6 abr 2008

Requisitos para una buena iluminación

Una buena iluminación es aquella que proporciona los niveles de luz adecuados a la actividad que se realiza, controla los deslumbramientos y las posibles sombras, uniformiza la iluminación equilibrando las luminancias en el campo visual e integra el máximo posible la luz natural.

La distribución y características de las luminarias que se deben tener presentes para conseguir una buena iluminación son las siguientes:

Uniformidad de la iluminación: Se recomienda que la relación entre los valores mínimo y máximo de los niveles de iluminación existentes en el área de trabajo no sea inferior a 0,8.

En áreas adyacentes, aunque tengan necesidades de iluminación distintas, no deben existir grandes diferencias, recomendándose que los niveles no difieran en un factor mayor de 5. Además se deberán limpiar las luminarias periódicamente para lograr los valores nominales.

Equilibrio de luminancias: Las relaciones de luminancias a considerar son las siguientes:

- Entre la tarea y su entorno inmediato. Se recomienda que la luminancia del entorno inmediato sea menor que la de la tarea pero no inferior a 1/3.

- Entre la tarea y el entorno alejado. Se recomienda que la relación de luminancias no sea superior a 10 ni inferior a 1/10.

El equilibrio de luminancias se puede lograr controlando los niveles de iluminación y la reflectancia de las superficies a través de la utilización de colores más o menos claros.

Control del deslumbramiento: Para reducir el deslumbramiento los puestos de trabajo se deben diseñar de manera que no existan fuentes luminosas o ventanas situadas frente a los ojos del trabajador, orientando adecuadamente los puestos, utilizando persianas o cortinas en las ventanas o apantallando las fuentes de luz con difusores o pantallas que impidan la visión directa del cuerpo brillante.

Control de reflejos: Es recomendable emplear acabados mate en las superficies de trabajo. Para evitar sombras es aconsejable situar las luminarias de manera que la luz llegue al trabajador lateralmente y por ambos lados.

Direccionalidad de la luz: Es importante que exista un equilibrio de luz difusa y direccional. Una iluminación demasiado difusa empeora la percepción de los objetos en tres dimensiones, mientras que la iluminación excesivamente direccional produce sombras duras que dificultan la percepción.

Parpadeos: El flujo de luz de las lámparas alimentadas con corriente alterna presenta una fluctuación periódica demasiado rápida para ser detectada por el ojo pero en el caso de lámparas deterioradas sí puede generar parpadeos molestos. ( Esto, si se produce, afecta a las lámparas de descarga, ya que las incandescentes presentan continuidad de flujo por incandescencia del filamento).

Efectos estroboscópicos: En máquinas giratorias, si la velocidad de giro se sincroniza con la frecuencia de fluctuación del flujo luminoso puede dar lugar a la impresión de que las partes rotativas de una máquina giran a poca velocidad o están paradas, con el correspondiente peligro que conlleva esta situación.

Se puede eliminar este efecto con un sistema de iluminación auxiliar incandescente de las partes giratorias y también evitando y atenuando las posibles fluctuaciones de la tensión de red.

La distribución de luz puede ser:

1. Iluminación directa. La luz incide directamente sobre la superficie iluminada. Es la más económica y la más utilizada para grandes espacios.

2. Iluminación indirecta. La luz incide sobre la superficie que va a ser iluminada mediante la reflexión en paredes y techos. Es la más costosa. La luz queda oculta a la vista por algunos dispositivos con pantallas opacas.

Accidentes de Iluminacion. Los accidentes por iluminación suceden debidos principalmente a dos errores básicos:

1. Dirigidos los rayos luminosos hacia el observador, en vez de dirigirlos hacia el objeto

2. Concebir el sistema general de iluminación para interior sin considerar los arreglos posteriores: todo el cuerpo, como las personas, absorben rayos luminosos.

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